En teoría esta fue la primera semana de mi quinto semestre, y lo digo así porque la mayoría de mis compañeros y yo acudimos al
IV Congreso Nacional de Estudiantes de Enfermería , que se celebró este año en mi amada Universidad Central da Venezuela, aquí mismo en Caracas (pido disculpas a aquellos a quienes olvidé invitar, de verdad disculpen).
El motivo de este post es contarles acerca de esta cortísimas vacaciones, las cuales prefiero llamar “breve receso”, puesto que fueron del 16 de marzo al 9 de abril (demasiado cortas para mi gusto), por eso voy a dejar para hablarles del Congreso al final, y así hacer cierto orden cronológico.
Empecemos por ese día en el que supimos las notas definitivas (16 de marzo), en el que casi todos brincamos de alegría al saber que tanto esfuerzo valió la pena, ya éramos promovidos. Sólo 4 personas entre 69 quedaron rezagadas, y esto resulta casi un milagro.
El primer plan fue a la playa, por supuesto… desesperados por la necesidad de rumbas, de espacios abiertos, de cualquier sitio fuera de Caracas, de arenita playita, y de un poquito (confieso) de alcohol etílico. Y la gran sorpresa para mí fue que casi todo el mundo me embarcó (bue… esas cosas pasan). Sin embargo la pasé de lo mejor, el mar estaba helado, el sol radiante y la ginebra se encargó del resto.

La foto que pongo no es mía ni de mis compañeras, pero es que no nos quedaron fotos por un incidente con un celular, y encontré esta en la red y quise compartirla con ustedes (está linda, ¿verdad? Je je je)
Segundo plan: Prueba Interna de Admisión de la Facultad de Medicina (UCV).
Esto fue un domingo, asistimos en apoyo a los organizadores y para participar en cada salón, junto a los profesores, en la presentación del examen. (Fue lindo estar allí y ver a esos miles de aspirantes, tales como un día estuve yo, con todos los sueños en mis manos, intentando entrar a la Facultad).


A la 1pm ya estábamos libres y algunos nos lanzamos a una tasquita, y pasamos la tarde de lo más bochincheros, contando las anécdotas de la mañana. En esta foto aparecen un par de galanes con quienes tengo el inmenso placer de estudiar
Próximo plan: PLAYITA OTRA VEZ!!!
Sábado por la mañana en Plaza Venezuela, nos fuimos en el carro de Verónica (primera foto:Vero manejando))

(Segunda: los que iban en el asiento trasero del carro)

, para Camurichico, y encontramos al resto allá. Esta vez éramos más, y por eso gozamos mucho mucho más. Eso fue una sola joda en el camino, en la cola de la autopista, en La Guaira (abasteciéndonos), y en la búsqueda de un toldito porque llegamos casi a medio día.

No quise bañarme porque tuve la ligera sospecha de que el mar estaba más frío que antes, y efectivamente así lo fue (cosa muy extraña porque las playas venezolanas son siempre muy tibias). Aquí aparece el grupo sin mí (por aquello del anonimato, ojo)
Plan siguiente: Ir a MI CASA, con mi grupo de estudios!!!. Y no me refiero a mi casa en Caracas (la residencia) sino la casa de mi familia, en mi pueblo La Victoria. ¿Cómo hago para describir lo bien que nos fue??? Lo planeado era irnos el miércoles y regresar el jueves, pero logré convencerlos y se quedaron hasta el viernes a medio día, y gozamos, hicimos parrilla,


jugamos (no podía faltar) dominó por horas (en la foto está mi compañera aprendiendo a jugar, y en el momento en el que descubre que “la cochina” no cuenta como 2 piezas de seis) , y Ludo, y Monopolio…nos trasnochamos en medio de la locura, nos despertábamos a las 11am, listos para seguir la locura… ni la lluvia pudo con nosotros, aquello fue espectacular y mi familia demasiado contentos con la visita.
Estos fueron lo planes más fuertes, aunque también algunas tardes nos reuníamos varios para ir al cine, y a los centros comerciales y a caminar un rato por cualquier lado.
Finalmente llegó el Congreso, y lo cuento como parte de estas vacaciones porque algunas clases fueron suspendidas a causa de él, por eso pasamos la semana entre la Escuela de Enfermería y la Sala de Conciertos del Aula Magna (allí fue el Congreso)

, entre las clases y las ponencias, entre salones y auditorios además estuvimos juntos en gran número y jodimos bastante, aprovechándonos de que estábamos en el Campus, aprovechando los desayunos y almuerzos que sirven en el comedor de la Cuidad Universitaria, y que casi nunca hacemos por ser la nuestra una escuela satelital, también fui por primera vez a acostarme en “tierra de nadie” (los ucevistas entienden a qué sitio hago referencia, y de forma increíble nunca había tenido oportunidad de hacerlo).
El Congreso terminó el jueves como a las 9pm, la cita era luego en una discoteca de Las Mercedes para la fiesta de despedida. Si no fuera porque esto ya se ha hecho tan largo, les contaría todas las anécdotas de la noche (que estuvieron realmente buenísimas) (quizás escriba un post exclusivo para esto). Lo cierto es que la pasamos como nunca, reímos como nunca (al menos yo), y nos deleitamos con conversaciones banales y comentarios picantazos todos contra todos!!!! Je je je…
Por primera vez en mucho tiempo me sentí absolutamente feliz de ser ucevista (claro, por las complicaciones que esto también trae) y aunque hubo algunas salidas que se aplazaron, como la de Paracotos, la de La Cascada y la del Círculo Militar, no me queda más que agradecer a la vida por estas nuevas oportunidades para compartir con mi grupo, y para disfrutar al máximo esto de ser universitaria. Gracias también a mis amigos, que para mi suerte son los mejores que existen!
U U UCV!!!